La base de maquillaje es uno de los cosméticos que más contribuyen a tu buen aspecto. Es como el lienzo sobre el que pintar, además cubre imperfecciones, proporcionando un acabado liso y aterciopelado. Muchas piensan que le estropea la piel... ¡al contrario! La protege frente al medio ambiente! Por eso es un error no usarlo a diario. Además, si te aplicas colorete directamente sobre la crema hidratante, tu piel quedará a manchas y conseguirás un aspecto descuidado.
La clave está en elegir el tono adecuado y extender la base evitando el efecto máscara. Por eso, antes de aplicar el fondo de maquillaje, es importante hidratar la piel sobre el rostro limpio.
A la hora de elegir tu tono exacto, los profesionales recomiendan aplicar una gota del maquillaje elegido en la mandíbula, nunca en la mano. Extiéndela y comprueba que a la luz natural se funde con tu tono de piel.
Para extender el maquillaje, nada mejor que aplicar la base con los dedos o con una esponjita desde el centro del rostro hacia el exterior, siempre difuminando los contornos para que no queden marcas. Por último, fija el color con un cubito de hielo, con un algodón o con polvos sueltos.
SU APLICACION
1. Elige el tono que armonice con lo claro u oscuro de tu cutis.
Y, dentro de esta gama, los que se adapten mejor al matiz de fondo de tu piel, que puede ser más bien rosada o tirando a amarilla.
Para ello, aplica tres o cuatro tonos que te parezcan los mejores a lo largo de la línea de tu mandíbula y escoger el que parezca haber desaparecido porque se ha difundido con la piel.
"Se debe utilizar siempre tanto fondo de maquillaje como polvos en tonos amarillos. La razón estriba en que el 90% de las mujeres tienen un cutis que tiende hacia el amarillo y no hacia el rosa, como se cree. Si la base no es del mismo color que la propia piel, el efecto no es natural".
2. Maquíllate con la luz adecuada.
Es fundamental para que el resultado sea favorecedor.
Piensa que la luz mejor para pintarse es aquella con la que después de pintarte te van a ver los demás. Es decir, "si te maquillas para salir de día, la natural es perfecta, pero si vas a salir por la noche… elige la blanca de una bombilla".
3. Aplica poca cantidad extendiendo bien y mezclando.
El objetivo es depositarlo sobre la piel, no arrastrarlo por ella. Si mueves la esponjita haciendo rayas, a la vez que lo aplicas en una zona, te lo llevas de la anterior. Mejor hazlo a suaves golpecitos y solo arrastra un poco al llegar a la linea del pelo, la mandíbula y en los contornos de nariz y ojos.
Objetivo fundamental de la base de maquillaje es iluminar, favorecer, mejorar la piel de una forma natural, sin que se vean los productos, que la piel refleje salud.
BASE PARA PIELES GRASA
Tienes que decantarte por las bases libres de aceites, en textura crema polvo o tipo mousse. También te irán bien las que contienen talco o almidón por sus propiedades absorbentes. Estas bases te ayudarán a combatir los incómodos brillos sin descuidar un aspecto totalmente hidratado. Si tu piel tiende a tener granitos o impurezas, existen polvos compactos con propiedades antibacterianas y limpiadoras.
MAQUILLAJE PIEL SECA
La hidratación es imprescindible para cualquier tipo de piel, pero si la tienes seca es necesario que elijas un maquillaje de base hidratante. Si es posible, procura que tenga extractos botánicos y aceites esenciales o vegetales. Eso sí, sólo este tipo de pieles pueden permitirse productos que contengan aceites. Las algas, como el mozuku, tienen propiedades hidratantes.
También puedes usar bases que proporcionan los beneficios de un tratamiento spa, enriquecidas con minerales y oligoelementos, que mantienen en perfecto estado los niveles de humedad.
LUMINOSIDAD EN EL ROSTRO
Un halo perlado en tu maquillaje iluminará tu rostro y difuminará las pequeñas imperfecciones.
El secreto está en aplicar antes del maquillaje una base iluminadora con pigmentos irisados. Otra opción es mezclar tu base habitual con la iluminadora. A continuación, crea con el dedo puntos de luz con sombras en crema plata u oro en la zona del lagrimal, nariz y pómulos.
